martes, 2 de junio de 2009

Cosas que recordar:


Una pareja que llevaban mas de 30 años de casados, cuanta la señora que paso mucho tiempo para que su esposo le comprase una licuadora. El clásico matrimonio mexicano hecho a la antigüita. Donde ella solo se dedicaba al hogar y él a “proveer la casa” y ver por la familia.
Él era medio codo (de bolsillo distraído). Un día por la mañana se levantan y él dice que tenía antojo de un Choco Milk con hielitos y su lechita descremada, (ah! porque eso si se cuidaba para no engordar), si amor le contesta ella. _Lo quiero servido en uno de esos tazones de cristal que parecen peceras de lo redondos que están, ah! y con popote mi vida hermosa. Ella arqueando la ceja (clásico guiño de ella cuando algo se trae entre manos) se va a la cocina y se dispone a preparar el dichoso licuado, cumpliéndole así uno más de sus caprichos antojadizos.
Toma el Molcajete que es el único artefacto que tenía para moler, en donde por un periodo de 10 años de casados había tenido que moler salsas y recaudos. Pues bien agrega los hielos los pica con su piedra de moler le agrega Chocolate, azúcar, leche y termina de agitarlo con el popote. Se lo lleva a la mesa donde él se encontraba leyendo su periódico y esperando emocionado su delicioso licuado de Choco Milk para poder acompañar esos huevitos revueltos con salsita verde que tanto le gustaban de Molcajete y su panecito que ya tenía servidos por adelantado. Puso los ojos de huevo cosido cuando vio el licuado de Choco Milk en el molcajete con trompa de marrano, solo dijo _¡a que original mi vida siempre tan mexicana como su madre!, prosiguió a darle el sorbo y cuando le supo a madres lo escupió como dragón salpicando toda la mesa y exclamando _¡¡¡Está picoso sabe a rayos!!!, ¡¡¡pero mi amor has molido mi Choco Milk en el Molcajete!!! Cielo si por eso existen las licuadoras…_ Si mi vida pero recuerda que no me has dado para comprar una.
Y fue ahí como le dio para que comprase una.

Cuando alguien se va nos quedan solo los recuerdos.
Nos quedan las cosas:
Cosas que nos hicieron reír,
Cosas por las que uno llora,
Cosas esas que uno añora.
Todas las cosas que hablan de amor.
Los momentos que vivimos junto a ella. Pero en realidad no mueren solo los dejamos de ver, siguen vivos en nuestros recuerdos. Muriendo solo cuando dejamos de recordarles.


1 comentario:

  1. Me ha encantado, sobre todo ese final en el que hablas de los recuerdos.
    Muchos besos.

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