miércoles, 18 de marzo de 2009

Pepoetry

Un indescriptible apego al dolor
Olvido no me quites el frió,
no te empeñes en borrar lo que el dolor lo que e perdido.
Olvido no rompas las cadenas,
que me amarran a sus labios, cuellos, cejas y caderas.
Olvido no cierres la ventana,
ni me obligues a escapar de ver su lado de la cama.
Olvido será nota amarga en mi vida,
encerrado en la salida que me amaza el corazón.

Así podré seguir tal vez pensando,
que sigo vivo atándome a sus brazos,
tan lejos como puede estar uno lejos,
tan cerca como siento mi fracaso.
Y así sacar la lágrima a la fuerza,
y ver que poco a poco voy llegando,
pensar que todo esta en la cabeza,
saber que mi dolor vale por años.

Quiero escuchar eternamente el sonido,
de su voz o risa o de su aliento cuando tienen prisa.
No llegues cundo tengo bien merecido,
por tratar de hacer canciones mis dolidas emociones.
Olvido me recuerda su despedida
no te lleves los momentos de sus ojos piel caricias,
Olvido no recuerdes nunca mi rumbo
y aunque te hable de rodillas nunca quites el dolor.

Y así podré seguir siempre pensando,
que sigo vivo atándome a sus brazos,
tan lejos como puede estar de lejos,
tan cerca como siento mi fracaso.
Y así sacar la lágrima a la fuerza,
y ver que poco a poco voy llegando,
pensar que todo esta en la cabeza,
saber que mi dolor vale por años.

Porque muchos lo han sentido y padecido.

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