Salió de "La Barata"

3:12am.

Con más de 90 y la vista perfecta, Ella lo esperaba en la puerta vestida de túnica gris, rebozo de lana, pelo largo suelto plateado que revestía su espalda, llevando solo una peineta, regalo de aniversario que cuenta los años de amor que con Él vivió.

Desde la obscuridad lo esperaba ansiosa y sigilosa.

La noche,... fría... ataviada de una espesa gasa blanca y de luna llena.

A sus pies reposaba ya casi sin pelo un gato ciego de nombre Negro.

Siempre por todas las noches rutina anhelada ella sin Hipar lo esperaba.

A lo lejos lo vio era él con su viejo sombrero de paja y jorongo de lana.

Su corazón latía más de prisa como la primera vez, ese es amor del bueno, su cuerpo se erizó el viento corrió y la despeino, la neblina espesó y el gato maulló.

Al mismo tiempo que vio salir de “La Barata” a un señor, de cuerpo apesadumbrado cruzándose con el que tanto esperaba sin siquiera saludar.

Sus ojos se llenaron de terror su corazón casi se paro cuando escucho lo que su amado le contesto _ ¡No me he cruzado con nadie mujer hace frio dame un café y vallamos a dormir que vengo muerto de cansado parece que me he cruzado pero con un muerto y este me ha robado las fuerzas que no puedo ni con mi alma.

Al día siguiente mientras tomaba un café en un rezo de un cabo de año, al ver su retrato Ella supo que había sido el alma de Don Fernando quien había fallecido, justo ese día hacia un año ya, ¡justo con la ropa como esa madrugada lo vio! ¡y cuentan que a esa hora fue que el falleció 3:12am!.

Todo tiene un porque tal vez de momento nadie ni ella se explicaba aquella aparición pero hoy Don Fernando reposa contento porque aquí de él se escribió.